EL HOMBRE POLIFACÉTICO(Fuente: articulo del Dr. Miguel Ángel Hormaza, revista Promoción 61, 2ª edición, 1981- Libro: Vida y Obra de Julio cesar Benavides Ch. de Edmundo Vifredo Chaves
Julio Cesar Benavides Chamorro es un hombre para todos, cada quien encontrara algo para sí en este inmenso ser, hijo de Gualmatán.
En la poesía es de admirar su profundidad, armonía, impecable métrica, y bellos sentimientos por su tierra, o por la amada novia Dolores. Se recomienda a los gualmatenses y a quienes gustan de la poesía selecta, leer el poema “Mi Tierra” que es uno de los más bellos cantos a Gualmatán, comparable en sentimiento y capacidad de admiración a la poesía de José Martí cuando le canta a Cuba, su isla del alma. Uno de los versos del poema “Mi Tierra” dice así:
“Gualmatán tierra de mi amor querida
Sagrada herencia de mis padres eres,
Pasión de las pasiones de mi vida
Que en el altar de mi alma nunca mueres.”
En la novela se destaca “Flor de Impamo” obra costumbrista y descriptiva inspirada en Las Mesas, municipio de El Tablón, de donde es oriunda su esposa Dolores Díaz.
En la Narrativa descriptiva se puede mencionar “Impresiones de Doña Juana” donde se ilustra a través de la palabra el asenso a este cerro y sus bellos parajes, descritos con tanta maestría que no hace falta vivir la experiencia para sentirla en toda su dimensión.
Se puede apreciar en el escritor basta intelectualidad, filosofía, especial sensibilidad, y perfil claramente Cristiano cuando dice: “Oh vosotros ateos, que nunca habéis abandonado las inmensas llanuras, los Andes siempre verdes, ni las delicias de capúa, de vuestras orgías parisienses, ni las brumosas riveras del támesis… Oh! Yo no se si abandonados entre estas ruinas, inmensamente solitarias, os endurecierais como ellas o de rodillas sobre un peñasco cantaríais al Señor, un inspirado himno de alabanza.” Y exclama el poeta mirando al cielo profundo y estrellado: “¡Cuan grande es Dios!”.
Al respecto el poeta y docente Edmundo Vifredo Cháves dice en su libro “Vida y Obra de Julio Cesar Benavides Ch. “En la obra poética de Julio Cesar B. se aprecia una intensa admiración por la naturaleza y un respetuoso reconocimiento por la belleza del paisaje, como por ejemplo en la descripción, Impresiones de Doña Juana”
En el campo Dramático deja dos valiosas piezas como son: Colombia Libre y La Ultima Esperanza.
Es de destacar igualmente sus memorias en las cuales nos hace vivir sus innumerables experiencias de aciertos y de angustias en la lucha por sus convicciones, como por ejemplo: “Manifiesto ante el Patriotismo Colombiano”
Y por lo general la inteligencia, la capacidad intelectual, la imaginación, se reflejan en el talento para las artes con alto sentido estético, y que en Julio Cesar Benavides Ch. fue extraordinario, como se puede apreciar en sus obras de escultura y pintura; son testimonio: el Niño Jesús de Praga, y la Inmaculada en el Santuario del Señor de los Milagros de Gualmatán, el monumento al Arcángel San Miguel en Las Lajas, la escultura de La Pola y la Libertad en Ipiales, el monumento al Sagrado Corazón de Jesús en la catedral de Pasto, dos preciosos medallones el uno en bajo relieve y el otro en alto relieve, también en la catedral con los nombres del beso de Judas y la oración del huerto, las estatuas del frontis de la iglesia de San Felipe, el templete del barrio Sagrado Corazón, la Pola de Iles, y otras bellas obras en Taminango, La Unión y Funes; así como esculturas en Cáqueza y Gámeza en el departamento de Cundinamarca.Es de anotar igualmente que el “Da Vinci Colombiano” fue un excelente fotógrafo en una época cuando la fotografía todavía era “Magia y Alquimia”, y logró fotos espectaculares que enriquecen nuestra historia.
EL AEROMOVIL
Fuente: “Manifiesto ante el patriotismo colombiano” de Julio Cesar Benavides Ch.- Libro: Vida y Obra de Julio Cesar Benavides de Edmundo Vifredo Chávez.
“Desde 1915 he venido siguiendo paso a paso los múltiples progresos de la aviación y de la aeronáutica, en un intenso estudio de carácter privado que me ha permitido darme cuenta de todas las modificaciones introducidas tanto en los mismos aparatos como en los motores. Y como resultado de estos, mis pacientes estudios, soy ahora dueño de un invento, cuyo futuro desarrollo hará una verdadera revolución no solo en los sistemas actuales de navegación aérea, sino en la misma locomoción en general.”
(Memorias de Julio Cesar Benavides)
Efectivamente Julio Cesar Benavides es el inventor del AEROMOVIL, que aunque se ha convertido en una leyenda para muchos, y que reasalta más la grandeza de Gualmatán, es ante todo una verdad que tiene todos los soportes necesarios de un hecho histórico.
No cabe duda que el “Da Vinci Colombiano” entre sus múltiples facetas la que lo hizo célebre fue la de inventor, y entre sus inventos el AEROMOVIL. En uno de sus ensayos llamado “MANIFIESTO ANTE EL PATRIOTISMO COLOMBIANO”, nos revela los alcances de su gran invento cuando dice:
“Consiste mi invento en un aparato para la navegación aérea, que crea un tercer nuevo sistema, esencialmente distinto de los actuales dirigibles, aeroplano en principio, forma y funcionamiento, que utilizara motores que yo llamo de tracción directa, y en su conjunto, al que he llamado genéricamente AEROMOVIL, y presenta las siguientes características:
1º Puede estar completamente inmóvil en el aire durante todo el tiempo que se quiera, y a cualquier altura.
2º Puede ascender y descender despacio o rápido y completamente a plomo, y por tanto puede aterrizar en cualquier sitio estrecho como una plaza, una azotea, una calle, etc.
3º Puede volar horizontalmente con cualquier velocidad y en todas las direcciones.
4º La ley de equilibrio de este aparato exige que pueda equilibrar en el aire un peso exactamente igual a su fuerza sustentadora, lo cual quiere decir, que con un motor de 100 caballos, por ejemplo, se equilibraran en el aire 7.500 kilos, y restando de esta cifra el peso del aparato y el combustible, sobra fuerza para el peso de 50 personas o una carga equivalente. Con 1000 caballos se podrá llevar 500 personas. En el futuro este sistema servirá para el transporte rápido y seguro de cientos y aún miles de personas en grandes naves aeromóviles.”
El sueño de Julio Cesar Benavides era el de aportar con un medio de transporte eficaz para contribuir a la prosperidad de su patria Colombia y a la grandeza latinoamericana, como lo decía en sus memorias textualmente: “Con respecto a mi patria Colombia, acaso sea este el momento oportuno de tener un invento de trascendencia mundial, y engrandecerse, o, al contrario…seguir arrastrando su enorme cadena de 200 y mas millones de deuda externa, esclava, haraposa y hambrienta.”
El inventor y humanista de grandes ambiciones pero a la vez de una gran humildad lo único que quería era que su invento se llevara a cabo tarde o temprano, sin importar si la gloria fuese para el o talvez tenga que serlo para otra persona, como lo expresa en sus palabras: “Por otra parte, prescindiendo de mi, este invento necesariamente llegara a la realidad. No es un sueño fantástico, sin ninguna coacción con las leyes físicas; al contrario, es de aquellos inventos que de suyo llegan a imponerse como necesarios, en los cuales el factor hombre es solo accidental; pues, si algún inventor no realiza su invento, otro lo realizara. Si Colón no hubiera descubierto la América, otro ya la habría descubierto; y sin Marconi también existiera ya la telegrafía sin hilos; sin Yorest el audión.”
La gloria que Julio cesar Benavides perseguía era para Colombia y el momento oportuno debía darse en esos mismos días, pues mañana este invento sería para los extranjeros, como lo expresa: “Mi intensión actual es pues, asegurar su propiedad como invento colombiano y para Colombia. Pero, necesito que se me ayude y se me comprenda. Ante mis previsiones científicas del porvenir, no faltaran quienes digan que soy un loco, ante el tribunal de la historia. De Colón, Galileo y Copérnico también se dijo que estaban locos. De Lilienthal, se dijo que era un acróbata desequilibrado; Bernardo de Palissy fue tratado como tal hasta por su misma mujer. Watt, Stephenson, Yulton, Marconi, Edisón, también merecieron ese mote… Así todos. Y sin embargo esos locos, a esos locos, a esos visionarios son a quienes el mundo debe en adelantos científicos, todo lo que es, y todo lo que vale.”
Julio cesar Benavides Chamorro, no solo invento el Aeromóvil, sino que prácticamente inventó el motor de propulsión a chorro con el sistema de aire comprimido, lastimosamente el hecho de no haber nacido en otro país mas adelantado no le permitió alcanzar esta gloria.
Debe quedar constancia de que nuestro inventor no solo desarrollo los estudios, la teoría y los planos, sino que también lo llevo a la práctica con la demostración del vuelo del aeromóvil en miniatura, y de esto dan testimonio muchos coterráneos de la época como el testimonio que dan los hermanos Julio Cesar Y José María Moncayo Candia, cuando necesitaron una ampliación fotográfica y fueron a su taller que en aquel tiempo se ubicaba en la parte lateral occidental del templo parroquial y, lo encontraron “embebido de gozo, contemplando suspendido en el aire, el pequeño aparato, tal como se describe en sus planos.
Otros testigos oculares fueron: el sacerdote Julio Coral, el señor Jorge Arroyo Benavides, el jesuita Felipe Trurzum que era profesor de física y decía del invento: “…El proyecto del señor Benavides es viable como fundado en un principio verdaderamente científico”. Con esta seguridad basada en los experimentos cuentan que cuando se le preguntaba al inventor sobre la probabilidad del éxito de su aparato respondía con toda certeza que: “para mi es más fácil hacer volar el aeromóvil que fabricar un ladrillo”.
Convencido de su invento, comprometido con la causa, y conciente de la necesidad de hacer realidad su idea, Julio Cesar Benavides se ve en la necesidad imperiosa de salir a Bogotá a clamar el apoyo necesario para engrandecer al país, como era su sueño.
Fuente: “Manifiesto ante el patriotismo colombiano” de Julio Cesar Benavides Ch.- Libro: Vida y Obra de Julio Cesar Benavides de Edmundo Vifredo Chávez.
“Desde 1915 he venido siguiendo paso a paso los múltiples progresos de la aviación y de la aeronáutica, en un intenso estudio de carácter privado que me ha permitido darme cuenta de todas las modificaciones introducidas tanto en los mismos aparatos como en los motores. Y como resultado de estos, mis pacientes estudios, soy ahora dueño de un invento, cuyo futuro desarrollo hará una verdadera revolución no solo en los sistemas actuales de navegación aérea, sino en la misma locomoción en general.”
(Memorias de Julio Cesar Benavides)
Efectivamente Julio Cesar Benavides es el inventor del AEROMOVIL, que aunque se ha convertido en una leyenda para muchos, y que reasalta más la grandeza de Gualmatán, es ante todo una verdad que tiene todos los soportes necesarios de un hecho histórico.
No cabe duda que el “Da Vinci Colombiano” entre sus múltiples facetas la que lo hizo célebre fue la de inventor, y entre sus inventos el AEROMOVIL. En uno de sus ensayos llamado “MANIFIESTO ANTE EL PATRIOTISMO COLOMBIANO”, nos revela los alcances de su gran invento cuando dice:
“Consiste mi invento en un aparato para la navegación aérea, que crea un tercer nuevo sistema, esencialmente distinto de los actuales dirigibles, aeroplano en principio, forma y funcionamiento, que utilizara motores que yo llamo de tracción directa, y en su conjunto, al que he llamado genéricamente AEROMOVIL, y presenta las siguientes características:
1º Puede estar completamente inmóvil en el aire durante todo el tiempo que se quiera, y a cualquier altura.
2º Puede ascender y descender despacio o rápido y completamente a plomo, y por tanto puede aterrizar en cualquier sitio estrecho como una plaza, una azotea, una calle, etc.
3º Puede volar horizontalmente con cualquier velocidad y en todas las direcciones.
4º La ley de equilibrio de este aparato exige que pueda equilibrar en el aire un peso exactamente igual a su fuerza sustentadora, lo cual quiere decir, que con un motor de 100 caballos, por ejemplo, se equilibraran en el aire 7.500 kilos, y restando de esta cifra el peso del aparato y el combustible, sobra fuerza para el peso de 50 personas o una carga equivalente. Con 1000 caballos se podrá llevar 500 personas. En el futuro este sistema servirá para el transporte rápido y seguro de cientos y aún miles de personas en grandes naves aeromóviles.”
El sueño de Julio Cesar Benavides era el de aportar con un medio de transporte eficaz para contribuir a la prosperidad de su patria Colombia y a la grandeza latinoamericana, como lo decía en sus memorias textualmente: “Con respecto a mi patria Colombia, acaso sea este el momento oportuno de tener un invento de trascendencia mundial, y engrandecerse, o, al contrario…seguir arrastrando su enorme cadena de 200 y mas millones de deuda externa, esclava, haraposa y hambrienta.”
El inventor y humanista de grandes ambiciones pero a la vez de una gran humildad lo único que quería era que su invento se llevara a cabo tarde o temprano, sin importar si la gloria fuese para el o talvez tenga que serlo para otra persona, como lo expresa en sus palabras: “Por otra parte, prescindiendo de mi, este invento necesariamente llegara a la realidad. No es un sueño fantástico, sin ninguna coacción con las leyes físicas; al contrario, es de aquellos inventos que de suyo llegan a imponerse como necesarios, en los cuales el factor hombre es solo accidental; pues, si algún inventor no realiza su invento, otro lo realizara. Si Colón no hubiera descubierto la América, otro ya la habría descubierto; y sin Marconi también existiera ya la telegrafía sin hilos; sin Yorest el audión.”
La gloria que Julio cesar Benavides perseguía era para Colombia y el momento oportuno debía darse en esos mismos días, pues mañana este invento sería para los extranjeros, como lo expresa: “Mi intensión actual es pues, asegurar su propiedad como invento colombiano y para Colombia. Pero, necesito que se me ayude y se me comprenda. Ante mis previsiones científicas del porvenir, no faltaran quienes digan que soy un loco, ante el tribunal de la historia. De Colón, Galileo y Copérnico también se dijo que estaban locos. De Lilienthal, se dijo que era un acróbata desequilibrado; Bernardo de Palissy fue tratado como tal hasta por su misma mujer. Watt, Stephenson, Yulton, Marconi, Edisón, también merecieron ese mote… Así todos. Y sin embargo esos locos, a esos locos, a esos visionarios son a quienes el mundo debe en adelantos científicos, todo lo que es, y todo lo que vale.”
Julio cesar Benavides Chamorro, no solo invento el Aeromóvil, sino que prácticamente inventó el motor de propulsión a chorro con el sistema de aire comprimido, lastimosamente el hecho de no haber nacido en otro país mas adelantado no le permitió alcanzar esta gloria.
Debe quedar constancia de que nuestro inventor no solo desarrollo los estudios, la teoría y los planos, sino que también lo llevo a la práctica con la demostración del vuelo del aeromóvil en miniatura, y de esto dan testimonio muchos coterráneos de la época como el testimonio que dan los hermanos Julio Cesar Y José María Moncayo Candia, cuando necesitaron una ampliación fotográfica y fueron a su taller que en aquel tiempo se ubicaba en la parte lateral occidental del templo parroquial y, lo encontraron “embebido de gozo, contemplando suspendido en el aire, el pequeño aparato, tal como se describe en sus planos.
Otros testigos oculares fueron: el sacerdote Julio Coral, el señor Jorge Arroyo Benavides, el jesuita Felipe Trurzum que era profesor de física y decía del invento: “…El proyecto del señor Benavides es viable como fundado en un principio verdaderamente científico”. Con esta seguridad basada en los experimentos cuentan que cuando se le preguntaba al inventor sobre la probabilidad del éxito de su aparato respondía con toda certeza que: “para mi es más fácil hacer volar el aeromóvil que fabricar un ladrillo”.
Convencido de su invento, comprometido con la causa, y conciente de la necesidad de hacer realidad su idea, Julio Cesar Benavides se ve en la necesidad imperiosa de salir a Bogotá a clamar el apoyo necesario para engrandecer al país, como era su sueño.
2 comentarios:
Excelente inspiración para nuestra generación en nuestra tierra Nariño, me gustaría obtener mas información sobre el.
Que admirable, y muy pico se conoce sobre él.Nadie es profeta en su tierra.
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